(2006)
Rafael Rey Rey
Ha llegado a mis manos el escrito que a continuación transcribo. Leerlo me ha hecho recordar la forma en que la llamada Comisión de la verdad “analizaba” los hechos y “testimonios” y elaboraba sus “conclusiones“.
La sociedad peruana (civiles y militares) está representada en Caperucita. Los terroristas en el Lobo.
Visto y considerando:
1) Que Caperucita no desconocía que podía encontrarse con el Lobo.
2) Que tampoco era ajena al hambre del Lobo, ni a los peligros del bosque.
3) Que si le hubiera ofrecido la cesta de la merienda para que el Lobo calme su hambre, no habrían ocurrido los sucesos referidos más arriba.
4) Que el Lobo no ataca a Caperucita de inmediato, y que hay evidencias de que primero conversa con ella.
5) Que es Caperucita quien le da pistas al Lobo y le señala el camino de la casa de la abuelita.
6) Que la anciana es inimputable ya que confunde a su nieta con el Lobo.
7) Que cuando Caperucita llega y el Lobo está en la cama con la ropa de la abuela, Caperucita no se alarma.
8) Que el hecho de que Caperucita confunda al Lobo con la abuelita demuestra lo poco que iba a visitarla, lo que tipifica un abandono por parte de Caperucita.
9) Que el Lobo, con preguntas simples y directas, quiere desesperadamente alertar a Caperucita sobre su posible conducta.
10) Que cuando el Lobo, que ya no sabe qué más hacer para alertarla, se come a Caperucita, es porque ya no le quedaba otra solución.
11) Que la versión de que Caperucita, cuando oye la pregunta del Lobo: “¿A dónde vas?” , responde: “A bañarme desnuda en el río…” , cobra cada día más fuerza.
12) Que se desprende del punto anterior que es Caperucita la que provoca los instintos brutales y depredadores, en la pobre fiera.
13) Que el Lobo ataca, pero tal hecho corresponde a su propia naturaleza y a su instinto natural y animal, exacerbados por la conducta de la susodicha Caperucita.
14) Que la madre de Caperucita, exhibe culpabilidad por no acompañar a su hija.
Por todo lo antes dicho, se absuelve al Señor Lobo y se dispone además:
a) Apercibir a la familia de Caperucita, imponiendo a la abuela presentarse en hospital a designar, para su observación gerontológico.
b) Apercibir a la madre, para que cumpla correctamente con sus deberes y
c) Imponer a Caperucita un castigo de trabajo comunitario en el Zoológico Local para conozca, acabadamente, la naturaleza y el instinto animal.
Aclarase asimismo en el presente fallo que este proceso no afecta el buen nombre del Señor Lobo.
Publíquese, empástese, preséntese en ceremonia en Palacio de Gobierno con asistencia del Presidente de la República, Primera Dama, el Consejo de Ministros y la Sociedad Civil.