(2012)
Rafael Rey Rey
Ex Congresista y Constituyente
Hay países donde la certificación de eficacia sanitaria y de buenas prácticas de fabricación (Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia y varios países europeos) es muy exigente. En total son 21 países a los que el Perú les reconoce ese prestigio y eficacia.
Por ello la actual Ley de Medicamentos reconoce como válida para el Perú la certificación y registro de las medicinas en esos 21 países y por eso las medicinas oficialmente registradas en esos 21 países pueden ser registradas en el Perú sin ser sometidas a análisis y certificaciones adicionales. Y lógicamente los medicamentos que provienen de otros países con menor vigilancia sanitaria y los nacionales, también requieren una certificación del Ministerio de Salud para ser registrados.
Pero resulta que, mediante un proyecto de ley (955-2011) presentado por el congresista Abugattás, los laboratorios nacionales pretenden ahora que todas las medicinas importadas (incluyendo las que vienen de esos 21 países con alta vigilancia sanitaria y que ya han obtenido la correspondiente certificación en su país de origen, tengan que pasar por una nueva certificación hecha por laboratorios “en territorio peruano”. Pretensión absurda que, si el proyecto es aprobado, traería graves consecuencias.
1ª Los medicamentos importados de esos 21 países estarían sujetos a doble control y en cambio los nacionales y los importados de países con menores exigencias sólo a un control.
2ª Se generarían así sobrecostos adicionales que elevarán los precios de las medicinas importadas.
3ª Se originarían más trámites burocráticos y cuellos de botella que pueden generar desabastecimientos adicionales a los que ya existen a veces (por ejemplo: medicinas para cáncer, sida, diabetes y tuberculosis).
4ª Como los laboratorios que harán las inspecciones adicionales en el Perú, son también fabricantes de medicinas y por tanto competencia de los otros, se les daría a ellos mismos el poder de controlar a sus competidores: juez y parte.