(2017)
Rafael Rey Rey
Para descalificar mi elección al directorio del BCR, algunos han repetido -por calles, plazas y medios- una falsedad que han querido deducir de unas declaraciones mías, convenientemente editadas, para dar a entender que yo he admitido que no tengo experiencia ni conocimiento para ocupar competentemente ese cargo y que recién me pondría a estudiar.
Lo que declaré fue que, además de tener los conocimientos y la experiencia profesional privada y pública (que mencioné al periodista y que reseño más abajo) tendría la prudencia de estudiar los informes y reportes que nos alcanzarían al directorio del BCR para ser analizados y discutidos.
Soy ingeniero industrial (Universidad Católica y Universidad de Piura), con preparación en economía y finanzas, graduado del Programa de Alta Gerencia de la prestigiosa escuela de negocios INCAE (según el Financial Times, la mejor de Latinoamérica), del PAD de la Universidad de Piura y del Programa de Gobierno Corporativo que ofrecen en conjunto E&Y Perú con las universidades del Pacífico y Piura.
He sido director gerente general de una empresa transnacional durante más de ocho años, así como miembro del directorio de diversas empresas privadas y públicas. Como diputado, constituyente y congresista de la República he participado, durante 26 años, en los debates y aprobaciones de las leyes de presupuesto público, endeudamiento y equilibrio financiero y he aprobado y defendido la independencia del BCR. He sido también ministro de Producción (Industria, Pesca, Comercio Interno y Mypes) y ministro de Defensa.
Con esa experiencia profesional privada y pública, ¿Resultaría lógico que hubiese afirmado algo así como que “no tengo ni experiencia ni conocimientos en economía y que recién me pondré a estudiar” que fue lo que publicó el único medio al que concedí una entrevista desde Madrid, España, donde me encontraba el día de la elección y en base a la que otros medios y opinólogos siguieron especulando hasta que quedó la impresión de que el mismo Rafael Rey “había reconocido su falta de preparación para el puesto”. Así actúan ciertos periodistas, ciertos “analistas”, y ciertos medios de comunicación. La difamación es su divisa.